cierras los ojos porque prefieres imaginar que las cosas no son como se suponen.
cierras los ojos para escapar del pánico del futuro y del transparente presente.
imaginas tus latidos haciéndose cada vez más lentos, o más rápidos a medida que vas observando a tu alrededor.
no quieres ver pero te obligas a hacerlo.
se supone que ya es hora de decidir sobre tu futuro.
pero del presente no nos hemos preocupado.
escapas a través de sombras de luz en una pantalla que quisieras fuera gigante para poder zambullirte en ella y vivir realidades o estados, fragmentarios, de anhelos, de miedos.
te sientes como un tenue hilo que cuelga de las palabras e ideas que van moviéndose al rededor de ti creando sombras sin tiempos. quizá se iluminen con un rayo de luz, pero el sol está lejos y hay que esforzarse por salir de nuestro cuerpo lento con un zoom que logre alcanzar la luz para llenar las habitaciones en que el sueño nos quiere atrapar.
refugiarse en imágenes que vas recogiendo al caminar-mirar. idilios de volar.
te despiertas queriendo alargar dos minutos más de oscuridad hasta hacerlos veinte.
ojalá el agua limpiara todas estas preguntas. corres para subir al bus en donde te enfrentas a la gente que talvez ni siquiera tuvo chance de hacerse las mismas preguntas que vos. ojalá nadie se siente a tu lado. hacer malabares para leer el libro que prometiste leerías anoche.
estás llegando y aceleras el paso para fingir que has hecho el intento de no dormir de más.
las clases no contribuyen más que a aumentar las preguntas. caminas para regresar a tu casa y estar un rato con tu familia. de regreso observo y voy pensando en la gente que veo. cuántas hipótesis podrán generar cada uno de esos rostros y vestidos. no tienes tiempo para pensar en ellos. no hay tiempo. llegas. comes. estás un rato con ellas. sales. te atrasas. y hablas de la objetividad y la subjetividad. de qué significa. de que para qué. de porqué ésto mismo y no otra cosa. de la inspiración. de la preparación. de cuántos borradores. de la idea. de la memoria. de la búsqueda. de la imagen. de cuánto pagar. de la inversión. pero no, no están hablando de filosofía, tampoco de pinturas. menos de economía.
luego caminas entre las frías baldosas indiferentes para entrar por horas a un cuarto oscuro para la terapia diaria. no cuesta mucho y la mayoría de las veces ni te cobran. casi siempre sales con más preguntas y problemas de los que entraste. pero la terapista no se da cuenta o talvez la mayoría parte del tiempo se jacta de tí escupiéndote sus falsas imágenes y sonidos. aún así hay veces en que quisieras pasar días enteros ahí. vivir robando tiempo e imágenes de otros. cuánto tiempo de la vida del director estará capturado en ese segundo de la película? 24 instantes, 24 días? sólo un segundo u un mes o un año? cuánto tiempo esperó para poder materializar ese segundo? cuánto tiempo tendré que pasar para llegar a ese futuro invisible?
El ciego que dio la vuelta al mundo sin ayuda
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James Holman viajó a lo largo de toda su vida la increíble distancia 280000
kilómetros, casi la misma distancia que nos separa de la luna, más de lo
que nu...
miras la ventana y te olvidas de mirar afuera
ResponderEliminarmiras tus uñas y decides: "no es importante verlas"
hueles una sombra, te recuerda al olvido
hueles un libro, como si fueras ciego
tocas un sonido, te aplauden y te llaman Mozart
tocas un soplo de otra boca y se hace tatuaje en la memoria
y cuando a oir y a gustar estás dispuesto
una promesa invade los sentidos
con la ayuda de un codo se cae de una mesa
una escoba se lleva los rencores al infierno
gustas de una máscara de comedia
mientras tu lengua prueba la sal de tus ojos
escuchas el tiempo perdido de un cocodrilo
escuchas la esperanza en la lucha de un niño
entonces
recuperas los sueños mediante la arcilla
dibujas el olor del pasado de otro
recuerdas la noche de la canción extraviada
y crees que las letras existen