desciendo abruptamente en las manos del abismo,
siempre cambiando,
siempre llorando,
estoy.
sin sabores, sin palabras,
desnuda,
se va liberando mi verdad,
entre las rocas del río que me abraza.
las huellas de mis lágrimas
son como cauces de río vacío,
desde la orilla estás tú,
mirando cómo me ahogo,
sin poder hacer nada,
y yo sin poder moverme,
atada siempre, atada nunca,
gritandote ke desaparezcamos,
otra única vez más,
para dejarte en paz,
al fin.
El ciego que dio la vuelta al mundo sin ayuda
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James Holman viajó a lo largo de toda su vida la increíble distancia 280000
kilómetros, casi la misma distancia que nos separa de la luna, más de lo
que nu...
te amo pero tu ya no a mi T_T
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