Recuerdos de un callejón oscuro

cierro los ojos para intentar recordarte,
hace tiempo que tu rabia contenida no se desborda por mi culpa,
hace tiempo que he dejado de oir música tan sólo para no enfriar mis manos,
hace tanto tiempo que te me has ido sin darme cuenta.

historia perdida,
como ninguna otra,
como tantas otras,
tiemblo al recordar los murmullos ahogados,
al querer fundir las manos en el silencio,
al intentar oirte mientras estoy inertemente acostada
en la fría baldosa del baño, pensando en saltar de esta realidad
para caer en una más anormal,

obsesión insana, insana obsesión inescrupulosa y fuera de tiempo,
penetra mis ojos y descubre el laberinto desaparecido, maldiiiiiiiiito espiral, maldita relatividad!!

como golpes en mi pecho, siento cada altibajo de la música del ensueño,
en que me sumía al oír tu ebria voz,
dulce, débil, traicionera, olvidada, inexistente, ingenua, deliciosa Voz.

desgarra mis recuerdos,
quiero olvidar tu inexistencia, tu sombra, tu luz, tus ganas,
olvidar ese callejón oscuro y empinado,
donde encontrándonos aquella extraña vez,
sentía la melancolía de ser, de querer tenerte sin poder.

en medio de calles secas, vacías, abarrotadas de colores que golpean mi vista,
partidas como la grieta de un terremoto que me da fuerza para escribir -te-;
te escribo.
para ver si has salido del manicomio, del siquiatra, del loquero,
o si aún tengo esperanzas de encontrarte como eres,
desgraciado, feliz, o cómo ya no recuerdo que podías ser...

las imágenes se van haciendo borrosas,
tus recuerdos se disipan,
y yo sigo riendo de estos disparates que escribo para ver si te siento acá.