Desprotegida-mente en la noche eterna

Permíteme tú, que estás allá,
saborear el delicioso silencio de la noche.

Dame calor a las ideas deformemente ciertas,
escápame de aquí y desaparezcamos
en el viento o la tempestad.

Derríteme en silencio con tu indiferente reaccionar,
quiero comer tus palabras
escasas y sin color real.
quiero dos veces en el cielo poder flotar,
junto a tus manos mecánicas,
por siglos agonizantes en mi altar.

Mi baúl de obsesiones insanas y terrenas,
las nubes suaves redondeadas donde no hay tiempo,
y el punto donde la materia se deslíe,
disolviéndose en sublime abismo frugal de eternidad.

Saboreo los laberintos de misterio corporal,
siento ser de otro espacio, muy atemporal.

Sin ideas, sueño, ni conciencia, me sumo, sublime,
al dejarme llevar, a-corpóreo, desde ningún lugar.

Te obligo, te ordeno, empújame al acantilado,
mátame si regreso, acariciame si fallo,
háblame sin parar si es que no lo puedo lograr.
Y si no regreso, déjame sentir
el delicioso y celestial dolor,
ayúdame a probar el indisoluto manjar.

Dime que por aquí estás, que no te irás,
recorre tus palmas sobre los recodos de mi materia impar,
congela este espacio temporal,
déjame en tí volar.

Define mi presencia con tus manos,
disminuye por favor mi estadía en lo real,
sólo así ayúdame a escapar,
quiero contigo desaparecer y callar.
28-marzo-09

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