Veo correr lágrimas en tu faz
Que caen como piedras
Al rozar tus manos
Y éstas sangran despedazadas
Por el impacto de lo amargo.
Ya toda la mentira
Se ha descubierto
Ya mis ojos han callado.
Ahora el camino es arduo
y mis malditas ganas de besarte
desaparecen.
En esta oscura habitación
llena de moscas asesinas
he pecado
y ya no me importa.
Y la melancolía de mi caminar
Es cada vez más difusa.
Me pierdo entres sombras
Y en medio de sombrías ideas
Únicamente espero
Estallar.
El ciego que dio la vuelta al mundo sin ayuda
-
James Holman viajó a lo largo de toda su vida la increíble distancia 280000
kilómetros, casi la misma distancia que nos separa de la luna, más de lo
que nu...
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